martes, 11 de noviembre de 2008

Veneno a cucharadas



Hace unas semanas, escuchando la radio como casi nunca (ya) lo hago escuche una canción que me quitó el aliento por unos segundos, y es que las canciones modernas no se distinguen por su profundidad y sentimiento, pero ESA canción me hizo poner atención inmediatamente, pensé que hablaba de una persona... pensé que podría hablar de mi o de tí, de alguien en particular, pero no, en realidad habla de un sentimiento tan humano y tan presente en todos los que vivimos en este mundo, sin embargo la sentí tan mía, hecha para mi, hecha por mi, nadie podria haberla hecho mejor, nadie podría acostarse conmigo y pensar en todo aquello que temo...
Nadie...
Me acostaré a fumar un cigarro y escucharla nuevamente.
No quiero, lo evito, sin embargo muchas noches no puedo dejar de sentirte tan cercano que puedo sentir tu aliento...

Miedo

No me toques, no me toques con tus manos congeladas,
no me mires con tus ojos que en verdad no miran nada.
Y nunca me abraces, no haremos las pases,
deja ya de usar disfraces.

No me asustas, no me gustas con tus dudas afiladas.
No me harás boquear que la verdad ahora está muy clara.
Y deja de quejarte, lárgate a otra parte,
no me importa lastimarte.

Miedo, ya no podré vivir contigo.
Miedo, que contaminas todo, y envenenas todo.
Miedo, a no llegar, a estar perdido.
Miedo, sé que me quieres ver perder el juego.

Ya no me provoques, vete, me resultas aburrido.
No me importa lo que digas,
yo soy libre y tú has perdido.
Hoy te haré la guerra, te echaré por tierra,
hoy la puerta se te cierra.

Leonel Garcia



Este es un juego en el que todo miedo tiene nombre y en ocasiones apellido, tiene un origen, y ocupa completamente el cuerpo... podría ponerle tu nombre... pero... no sé que haré la próxima vez que me mire en tus ojos...

seguramente no serás el mismo...