domingo, 29 de noviembre de 2009

Eso



Somos tan felices en nuestro juego de miradas instantáneas

que si me preguntan estado civil debo decir: azar.


Primero, que tu has sido para mi
lo mas grande de este mundo
y que fui lo que tu digas
pero que hasta te regalo aquella risa
Dos que alguna quisimos compartir
el breve instante que es la vida

Y tres que hoy yo vivo en la ruina de un silencio,
que va dejandome sin voz
lo que no entiendo
es que ahora vengas otra vez
a prometerme,una vida entera
pero a tu manera
en que momento de mi largo caminar
perdimos eso
verdad que soy dificil
pero he sido para ti
lo único profundo
tambien verdad
que procuraba estar contigo
cuando estaba mas confuso,confuso
tu tratando de existir
que me perdone el universo
y yo guardandome el secreto
que ya no quiero escuchar
otro bolero mas
tu empeñada en que querias ser feliz
y no sufrir
lo que no entiendo es que ahora vengas
otra vez a prometerme
una vida entera; pero a tu manera

Dime amor en que momento de tu largo caminar
perdimos eso
pero yo, yo te buscaba
en los azules
y me enfrentaba a tempestades
y ahora no se si tu exististe
o eres solo un sueño que yo tuve
pero es que hay cosas
que no consigues olvidar jamas
no importa el tiempo que eso dure
una frase resumio
lo diferente de los dos
hoy seguro ya no hay nada
que lo dure amor duro
no puede ser verdad

Si yo,si yo
te buscaba entre las nubes
y me enfrentaba a tempestades
y ahora no se si tu exististe
o eres solo un sueño que yo tuve
pero es que hay gente
que no consigues olvidar jamas
no importa el tiempo que eso dure
no puede ser verdad,si yo;si yo ya no te busco en los azules
ni me enfrento a tempestades
ya no me importa si tu me quisiste
por que en mis sueños yo te tuve
es que ademas hay gente
que no consigues olvidar jamas
no importa el tiempo que eso dure


Alejandro Sanz

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Beso

...Y era tan natural cruzar la calle,
subir los peldaños del puente,
entrar en su delgada cintura
y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa,
convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas,
y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse
o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico.

Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua...
Julio Cortázar
Rayuela

lunes, 16 de noviembre de 2009

No creas



Y no permito que halles cobijo porque aún tengo tanto que ofrecerte.

Estoy llena de vida, de ganas de tenerte. De alevosía.

No creas que dejo de poseerte porque te abandono a la vuelta de la esquina.

¿Acaso crees que si yo decaigo no te arrastraré conmigo?

Que equivocado pequeño manjar del anhelo.

Basta que me quieras abandonar, para que desgarre cielo y tierra poseyéndote con más fuerza.

Te deseo hasta la saciedad,

mi pequeña droga dura,

mi pequeña divinidad.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Infelicidad




“Andá a saber si no sos voz la que esta noche me escupe tanta lástima.

Andá a saber si en el fondo no hay que llorar de amor hasta llenar cuatro o cinco palancas.

O que te las lloren, como te las están llorando.”

“Me estoy atando los zapatos, contento, silbando, y de pronto la infelicidad”

Rayuela, Julio Cortázar.




Sorpresivamente me invade la sensación de tristeza absoluta. Un vacío en el alma me avisa que ya no estás junto a mí. Mis uñas despintadas por tanta ansiedad me anuncian el descuido. De inmediato me doy cuenta que deshacerme de todo lo que no uso debe ir a la basura. Es doloroso meter todo lo amado a una caja y saber que se va con todo lo inservible a servir a alguien más.

No hay almas limpias. No existen. (No hay un cielo esperándote) La mía, está sucia como las demás, inevitablemente acabaré donde estás tú.

Aún recuerdo el río al atardecer, la luna enorme, las manos mojadas y el café interminable de todos los días.

Vienes a mis sueños y me abrazas como si vivieras.

Ya no quiero nada.

Es la última vez que me pongo triste por tu ausencia.

Te dí suficiente de mí cuando aún vivías.

Lloré suficientes mares por tu partida.

Cargué por años tu cobardía.

¿te darás cuenta que mi reloj ya no marca la misma hora?

En tu muerte te lamentas por mi vida.