miércoles, 7 de octubre de 2009

Menos es más



Mis ojos volaron inmediatamente hacia el cielo a mirar a mi favorita.

Y es que así como está te me antojas con café. Por aquello de que el sueño no me venza y tardes más en irte, y así te disfrute más.

Se me antoja besarte y decirte al oído con mi mano en tu cabello que no deseo que te vayas nunca.

Que te quedes conmigo a pasar la noche y después de que amanezca también.

Que no te extrañe tanto que desee aplastarme el corazón con la cabeza.

Que mi colchón está realmente vacío si no estás junto a mi almohada.

Pero he tenido que vivir con eso durante un tiempo.

Me pregunto que pasará el día que no te extrañe... ¿me daré cuenta de tu ausencia prolongada de tus inexistentes llamadas y tus escasos pensamientos hacia mi?

Espero no suceda y jamás deje de seguirte en mis sueños,

deje de celarte y ponerme tiras de cinta en la boca, en las manos y en los ojos,

deje de improvisar y me sorprendas con cara de boba,

deje de aceptar mis culpas y tragarmelas con cuchara y aceite de ricino,

deje de rendirme y luchar contra tí y ante tí.

No permitas que me vaya otra vez,

si me rompo,

cóseme punto a punto con besos y mimos

el corazón descosido.

Menos es más.

He aprendido a extrañarte y a guardar una parte de ti cada vez que te vas.