viernes, 13 de marzo de 2009

Vampirismo



El clima está loco. Antier hizo calor, hoy frío. Si, realmente estoy hablando del clima cual conversación incómoda con alguien que acabas de conocer.

Creo que he estado durmiedo diez horas al día. Aproximadamente cuatro de noche y las demás de día. Parezco vampiro, a diferencia de que no tengo que salir a cazar a mi presa.

Vienes a mí.

Tú solo, no tengo siquiera que buscarte.

Amo que me quieras tanto y te ofrezcas a mi de tal manera que puedo embriagarme sólo con tu recuerdo.

Imagino mi boca en tu cuello y a ti resistiéndote al dolor que te ocasiono pero que no rechazas,

te entregas y te tomo cual muestra gratis;

no puedo resistirme

me alimento de tí y de tu olor:

Antes de dormir,

y cuando me levanto

quiero sentirte nuevamente en mis manos

y bajo mi peso,

dandote la muerte instantánea

de la cual regresas en unos segundos...

Realmente no puedo matarte de manera definitiva

porque ocasionas que se despierten mis más bajos y crueles instintos

cuyos experimentos recaen en ti.