lunes, 16 de noviembre de 2009

No creas



Y no permito que halles cobijo porque aún tengo tanto que ofrecerte.

Estoy llena de vida, de ganas de tenerte. De alevosía.

No creas que dejo de poseerte porque te abandono a la vuelta de la esquina.

¿Acaso crees que si yo decaigo no te arrastraré conmigo?

Que equivocado pequeño manjar del anhelo.

Basta que me quieras abandonar, para que desgarre cielo y tierra poseyéndote con más fuerza.

Te deseo hasta la saciedad,

mi pequeña droga dura,

mi pequeña divinidad.