Las rosas están insoportables en el florero.
¿Por qué me levanto a las tres de la mañana mientras todos duermen?
¿Mi corazón sonámbulo se pone a andar sobre las azoteas detectando los crímenes, investigando el amor?
Tengo todas las páginas para escribir, tengo el silencio, la soledad, el amoroso insomnio; pero sólo hay temblores subterráneos, hojas de angustia que aplasta una serpiente en sombra. No hay nada que decir:
Tengo todas las páginas para escribir, tengo el silencio, la soledad, el amoroso insomnio; pero sólo hay temblores subterráneos, hojas de angustia que aplasta una serpiente en sombra. No hay nada que decir:
es el presagio,
sólo el presagio de nuestro nacimiento.
Jaime Sabines
El tiempo se congela debajo de mis pies.
De vez en cuando intenté hablar el idioma sin palabras que inventamos.
A veces te escuché sin que me vieras.
Pretendo volar, lanzarme al vacío con la única esperanza de caer sobre algodones, sobre tu piel.
Estas ganas escondidas detras de mis parpados se asoman en forma de lágrimas que jamás puedes secar.
Ganas de tener.
Perdiendo el deseo tras de mi.
Imaginandome otras realidades en las que me enamoras bonito.
Un amor que me llene nuevamente, que me desgarre.
Es extraño platicar contigo a oscuras y descubrir que realmente estás ahí.
Es extraño saber la forma de mi muerte y aún así iniciar el camino.
Tan extraña como mi desnudez temprana, innecesaria,
el quitarme la ropa no significa nada cuando al mirarme en realidad me desnudas sin consentimiento.
Escucho tu voz en la oscuridad, mientras veo nuestro futuro incierto,
tengo mis manos entre las tuyas y pienso en el hijo que podemos tener.
Llévame contigo y hazme un amor bonito.
Lléname de besos con olor a gardenias
o simplemente
abrázame mientras sueño con nuestra vida nuevamente.
