Desde hace días pienso en tus manías: Muy raras y muy particulares.
Por ejemplo el besarme sin cerrar los ojos en ocasiones,
esa extraña forma de mirarme;
el abrazarme interminablemente cada vez, y
el que me huelas por todos lados
me hace querer meterte en el espacio que queda entre mi piel y mis huesos
para traerte conmigo cada vez que me despierto y sacarte de ahí cuando quiera tocarte...
Aunque a veces no me mires;
aunque estés distraído por las preocupaciones diarias,
me encanta y me encantará cada vez salir del ensimismamiento,
y la estúpida monotonía
para ir a tocarte y
sorprenderme una vez más con tu existencia
a que me mires como solo tú sabes
me tomes entre tus brazos y yo con una una resistencia poco resistente
me deje besar y oler por tí una vez más.
Eres extrañamente encantador.
Te extraño...
Nada es particularmente normal entre nosotros.
