sábado, 7 de febrero de 2009

Incertidumbre



Una vez más estoy a punto de poner los pies en el cielo. Los aeropuertos me causan emociones encontradas. Me hacen pensar en si será o no la última vez. Ya ni las nubes son garantía de colchón. He ido y venido un sinfín de veces, que ya perdí la cuenta.
Esta vez, sin embargo, es la última de alguna forma. Los sentimientos y las personas no se mantienen inmutables.
Me voy conmigo y regresaré sin una parte de mí.
Ganaré algo. Perderé también.
Regresaré otra seguramente.
Ni temor, ni sorpresas, casi todo calculado.
Casi.
Me ahorro vértigos y me sumo tranquilidad.
Aunque esté feliz extrañaré tus besos, que por cierto son los mejores dados.
Aunque esté de malas las cosas seguirán igual.
“El destino no existe“
No te amaré. No te amo.
Te amaré. Te amo.
Regresaré a besarte,
me abandonaré en tí y,
esta vez iremos juntos al cielo,
donde las nubes tienen forma de almohadas,
y el único aire que corra sea el de tu aliento sobre mi piel...
Mejor no me esperes.
Regresaré tarde.
O no.
Uno nunca sabe si el piloto tendrá la pericia de acuatizar o
la puntería de estrellarse en una montaña.
Algunas cosas no dependen totalmente de uno...
Otras si...