sábado, 11 de diciembre de 2010

LA VOZ A TI DEBIDA (versos 388 a 424)





....El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada
ya, para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él...




Yo no necesito tiempo
para saber cómo eres:
conocerse es el relámpago.
¿Quién te va a ti a conocer
en lo que callas, o en esas
palabras con que lo callas?
El que te busque en la vida
que estás viviendo, no sabe
mas que alusiones de ti,
pretextos donde te escondes.
Ir siguiéndote hacia atrás
en lo que tú has hecho, antes,
sumar acción con sonrisa,
años con nombres, será
ir perdiéndote. Yo no.
Te conocí en la tormenta.
Te conocí, repentina,
en ese desgarramiento
brutal de tiniebla y luz,
donde se revela el fondo
que escapa al día y la noche.
Te vi, me has visto, y ahora,
desnuda ya del equívoco,
de la historia, del pasado,
tú, amazona en la centella,
palpitante de recién
llegada sin esperarte,
eres tan antigua mía,
te conozco tan de tiempo,
que en tu amor cierro los ojos,
y camino sin errar,
a ciegas, sin pedir nada
a esa luz lenta y segura
con que se conocen letras
y formas y se echan cuentas
y se cree que se ve
quién eres tú, mi invisible.

Pedro Salinas

lunes, 29 de noviembre de 2010

Bailando en la oscuridad






Quisiera aprender a desdibujar mis pasos. Borrar lo que hice, resaltar lo que dejé de hacer. Llegar al principio del camino y ver el futuro con todos los errores que estaba a punto de cometer para caer de nuevo y lamentarme en tu pecho nuevamente.

Tragar de a poquito tanto desquicio que no vuelve a repetirse. Temblar de frío gustosa para pasar un rato más esperando el milagro de tu madurez. Correr sobre los charcos sin fijarme en el lodo o en la verguenza de estar sucia frente a todos si de cualquier forma lo desfachatada me llegó de golpe el día que me desnudé frente a tí. Enamorarme para siempre y ser eterna. Dejar de ver correr el agua para dejarme ir en ella. Ir a otro país, sin trabajo, sin casa pero con la certeza de que me harás feliz por siempre jamás. Olvidar el olor de tu cuerpo sobre el mío. Tener el valor de sentarme a esperar que suceda cualquier cosa cuando he perdido la esperanza ya de la ternura infinita de tu mirada. Mirar tus dedos escribirme un poema y a tus pasos dirigirse a mi, ciegamente, hacia el precipicio. Mis infiernos están tan llenos de tus rostros, que he llegado a pensar que eres el guionista de mis pesadillas. Pero mi cielo está lleno de tu voz que me toca al compás de las palabras que recitas de memoria en mi ombligo. Darte una vez más la certeza del pecado sobre el escritorio: Impúdico y cínico. Darme a ti es una cosa innecesaria. Inútil. Enferma. Porque no le puedes dar a alguien un regalo que siempre le ha pertenecido. Llorar las lágrimas que te debo y tragarme las que llegan por otro motivo y terminan contigo. Enredarme entre pretextos y enumerarte los lunares bailando en la oscuridad. Ahogarte con las ganas que tienes de quedarte conmigo. Las muchas, las nulas. Decirte que eres nadie. Decirte que te repites en mi cada que respiro. Decirte que te insistes en mi imagen. Y me odio, y te beso. Y....

viernes, 15 de octubre de 2010

Carta



Mi querido amo,

no tengas miedo,

no hables,

no te muevas,

estoy aquí a tu lado...

¿No me sientes?

Al tocarme por primera vez, sentirás el calor

pero aún no sabrás dónde, tal vez sea sobre tus ojos...

¿Quién puede borrar este momento?

Ésto no tiene final...

¿No lo ves?

Lo que habíamos de hacer, lo hemos hecho...

créeme amor mio,

lo hemos hecho para siempre...

y si te ayuda a ser feliz,

no dudes ni por un momento en olvidar a esta mujer

que te dice, sin rastro de arrepentimiento,

adiós.
Carta en pelicula Silk.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Nada me gusta más...


"Dentro de nosotros existe algo que no tiene nombre
y eso es lo que realmente somos"
José Saramago


Casi nada me gusta más que un café negro tibio. Pero eso ya lo sabes.
Soy bastante simple cuando me dejo conocer.

Y no sucedió mas de una vez.
Sentirme desnuda del alma no es lo mío.
Es más fácil para un enterrador hacer su trabajo si piensa menos en en el contenido de la caja. Algo así.
Avanzar de a poco me servirá en un futuro inmediato.
No a largo plazo.
Para eso necesito más, tú lo sabrás de la manera correcta
porque no es extraño encontrarte merodeando en mis pensamientos
de manera distraida y avergonzado por no poder evitarlo.
Por no poder concentrarte en el trabajo que se hace inexistente,
o en la lata de refresco que se derrite entre tus manos.
Por pensar que te confundes de repente al mirar a alguien.
Esperar una de mis respuestas, de esas ilógicas, de alguien que no conoce más allá de su nariz.
Es decir, nada.
Exponer mis defectos e ideas con la interna y recondita esperanza de convertir a alguien más en lo que soy.
Tener la certeza de como me adormezco, que ladeo la cabeza,
saber que sonrio cuando hablamos por teléfono,
escuchar mi respuesta sin haber generado la pregunta,
saber que leo el mismo libro una y otra vez y
tener la certeza de que nadie más podrá hacerte tan feliz y miserable como yo
me deja satisfecha.
El llegar a una comida familiar sin tu sombra pasará inadvertido.
Entregarte a medias es una bolsa llena de mentiras que tienen la capacidad de concederte algún deseo.
Si lo repites una y otra vez puede suceder algo.
Convertirse en un mundo alterno, en una forma de vida.
Habrá que repetirlo.
Por cierto
nada me gusta más
que saber
que me piensas.

jueves, 22 de julio de 2010

Despedida


Sin más realidad que mis uñas enterradas en las palmas de la mano camino hacia el final de nuestras horas.
Pensé que nunca terminarían las capas de nuestra historia.
Siempre distinta, siempre buscando la mejor manera de huir o encontrarte.
Mi cabello cubre mi desnudez y voy hacia la salida, cambiando el papel contigo.
Miro hacia atrás por última vez sólo para cersiorarme de que te quedas ahí y no te traigo conmigo una vez más. Te dejo con el aire que me sobra y las margaritas que cubren el camino amortiguan el dolor de mis pies al desandar tus pasos para llegar a mi.
Por éste no morirme estoy muriendo a diario.
Gasto mi dolor y tus ausencias y me quedo sola esperando a que vengas con tus promesas y risas.
Que vengas y me hagas la vida amando.
No más. No más esperar, no más correr detrás del sueño imposible del ayer.
Me voy para no volver.
El coche está esperando. . .

domingo, 13 de junio de 2010

Lo que una vez tuve.



Es imposible decir que todo ha sido casualidad.

No encuentro la manera de explicarte la metodología de la situación, ni siquiera tiene lógica.

Todo tiempo tiene su lugar, y aunque estás dentro de mi, estoy ajena de tu recuerdo, que se convierte en aire.

Llevas mi razón contigo y quedo indiferente ante tu fantasma.

Vas y vienes con tus argumentos, durmiendo con pesadillas alternas a sueños dulces que dejaste ir.

El reloj corre con horas de diferencia y la nieve que hierve llega a mis rodillas.

Estoy esperando con las manos heladas y una sorpresa en los labios.

Aún no se lo que espero, las mariposas negras han invadido la casa y hay alguien que me grita desde allí.

Las ilusiones duran lo que una burbuja.

Los verdaderos amores duran lo que un infierno.

Las ovejas se convierten en lobos.

Todo lo que quiero es sumergirme y olvidar todo lo que una vez tuve.

sábado, 29 de mayo de 2010

Déjeuner du matin

Echó café
en la taza.
Echó leche
en la taza de café.
Echó azúcar
en el café con leche.
Con la cucharilla
lo revolvió.
Bebió el café con leche.
Dejó la taza
sin hablarme.
Encendió un cigarrillo.
Hizo anillos
de humo.
Volcó la ceniza
en el cenicero
sin hablarme.
Sin mirarme se puso de pie.
Se puso el sombrero.
Se puso el impermeable
porque llovía.
Se marchó
bajo la lluvia.
Sin decir palabra.
Sin mirarme.
Y me cubrí
la cara con las manos.
Y lloré.








Jacques Prévert

martes, 13 de abril de 2010

Soledad con lluvia



¿Cómo podrías estar solo a la hora completa,

en que las cosas y tú hablan y hablan,

hasta el amanecer?

Rosario Castellanos



Respiras mi aire, y te desnudo mi cuerpo,

acariciando mis muslos esperando tu reacción a distancia.

Mojo mis labios en espera de tu beso suspendido en el espejo,

escuchamos la lluvia atentamente con la taza de café entre las manos,

con la frialdad del cristal en mis pechos,

miro las nubes llenas y oscuras descargandose sobre la ciudad;

decido irme a tocarte,

a pensar que extrañarte menos significa respirar profundamente por los dos,

gemir doblemente para que logres llenarte de mi,

exprimirte la vida,

cortarme el aliento con tu placer inmediato,

arqueando la espalda te dejo saciarte,

marcando mis dedos en tu espalda inexistente

subiendo por la curva de tu hombro logro verte por un segundo,

imagen intermitente dentro de mis párpados,

déjame irte, irme en tus caderas al límite

a sentir que el agua llega a mis pies,

a lograr sentir el fantasma de tu perfume

mezclado con el olor a tierra mojada,

déjate sentirme,

distraído,

resbalando,

sin advertir que ésta

es una soledad que tiembla.

miércoles, 17 de marzo de 2010

Pegados al suelo


¿Y si la felicidad no se muere pero me oculta que duerme?


Sucedió que te apareciste nuevamente. Llevando nuestra vida en una bolsa, en tu mano izquierda y tu vida en la otra.

Tratabas de hablarme pero tus labios estaban cosidos y sólo tú te escuchabas.

Tenías los mismos ojos pero no miraban igual.

Querias engañarme, salir corriendo y no lograste despegar los pies del suelo.

Me quedé allí, viéndote hasta el cansancio, corroborando según mis recuerdos tu autenticidad.

Cuando estuve segura, te besé y cerraste los ojos, se convirtieron en los que recordaba cuando los abriste nuevamente.

En realidad no querías irte, por lo que tus pies no lograban despegarse, y, me senté junto a ti.

Y fué cuando comenzamos a escuchar nuestros pensamientos, y platicamos sin decir palabras.

Pusimos el contenido de las bolsas sobre el piso y se confundió, y lloré contigo por la impotencia de no poder distinguir, de no saber llevarme mis recuerdos y dejarte sólo tu vida.

El río sonaba y quería llevarte a verlo, pero no pude moverme, y me senté junto a tí a esperar que amaneciera.

A esperar que te fueras,
no podía dejarte sólo con nosotros regados sobre el suelo.

jueves, 18 de febrero de 2010

La Historia



La primera vez que té miré pensé que había visto esos ojos antes. No lograba entender como un desconocido me era tan famliar. Como sin saber tu nombre podía irme contigo al acostón inmediato. No era una cuestión hormonal, o una situación de promiscuidad instantánea. Te miraba de reojo y evitaba cruzar mirada contigo cada día que venías por la calle y cruzabamos el saludo trivial. La tenacidad se me escapaba cada vez que aparecías con tu ropa impecablemente planchada, con esos zapatos tan lindos que tanto había soñado desprender, arrancar. La mente se me ponía en blanco, mis dotes de conquistadora se caían al suelo como las esperanzas de algún día estar contigo. La tensión se llamaba imposibilidad. La fantasía se hundía en el río con el sueño del peso de tu cuerpo con el mío. Si hubiese tenido voluntad, o suficiente descaro, te hubiera golpeado la puerta a las cinco de la mañana para explicarte la situación. Pero no lo hice. Preferí dejarte dormir. Y mientras masticaba pensativa el pan de la mañana pensé que debía de tener el valor de echarte suelo a tierra y besarte hasta cansarme, un día de éstos. No tengo que ahondar en el tema, el descaro me ganó y terminamos en la relación mas larga y masoquista que jamás alguien haya tenido, basta con decir que la piel no nos bastaba y teníamos que ir más allá poseyendo cada pensamiento, cada palabra no dicha, eran mutuas, eran nuestras, anécdotas jodidamente inolvidables, rastros de besos por la ciudad, por el cielo, por los sueños. Me convertí en un poro de tu piel, en un movimiento de tu espalda, en un gemido de tu placer, yo, tu primer y único placer. El cansancio y la apatía que nos vencen las ganas provocarán que te pierdas en la ensoñación de aquella sala y yo, con la excusa de leer algún libro o de mirar el televisor, estaré sentenciandote a observarme dormitar, hasta que amanezca, admirándome una vez más. Tal vez ni siquiera mi obsesión pueda mantenerme despierta y deba renunciar a tí… Y el sueño vencerá…Seguiremos recorriendo ciudades,creando historias. Y al salir el sol, el desayuno será el de rigor, con las charlas de siempre: Tus tonterías, mis manías, nuestras estupideces. Y así estaremos: Tú mirando mis ojos. Yo mirando mis planes. Yo pensando en perderte. Tú pensado en amarme. Absurdamente tratando de entendernos y descifrarnos sin concentrarnos en hacernos compañía. Y yo lo olvidaré todo de nuevo. Y entonces saldrás de casa y hablaremos como siempre, varias veces en el día, acompañándonos por horas mientras yo te siento en la distancia... Realmente sin estar. Indudablemente, pensaré que nos separan mares, dragones y monstruos; y mientras divago me concentraré diseñando sobre un papel algunos puentes y mapas para tratar de alcanzarte. Para no perderte más. Y un par de horas después me daré por vencida (como hoy, como siempre), esperándote en el portal de mi casa: Sin preguntarme por qué nunca he sentido el valor suficiente para susurrarte al oído que aún cuando abrazo siento que me haces falta… que aún cuando me aferro a un cuerpo, extraño tu mirada. Que aún cuando estás en mis sueños, en mi cuerpo, sigues siendo aquel que me deja sin palabras.

martes, 19 de enero de 2010

You give Me something




You give me something

That makes me scared alright

This could be nothing But I'm willing to give it a try

Please give me something

Because someday I might know my heart


Recuerdo la última vez que estuvimos juntos.

Quise atacarte con preguntas, no llorar cuando contestabas, cuando te quedabas en silencio.

Quise parar de reír con tus tonterías para demostrarme que tu inmadurez acabó con mis esperanzas.

For every piece of me that wants you Another piece backs away


Quise dejar de pensar en tus virtudes y concentrarme en tus errores.

No desear tus labios y alejarme corriendo en ese instante.

Intentar creer que no era una vida la que habiamos construido juntos, la que se fué como el agua entre mis manos.


You only waited up for hours Just to spend a little time alone with me

And I can say I've never bought you flowers

I can't work out what they mean

I never thought that I'd love someone That was someone else's dream


Quise pensar que había olvidado cada rincón de tu cuerpo que se sabían de memoria mis dedos. Quise huir, regresar el tiempo, pensar que me habías olvidado, quise tenerte y matarte para saber que no hay nadie que me conozca más.

Quise hacer tantas cosas y lo único que hice fue reconstruir una historia a la luz de la luna que jamás será.


But it might be a second too late

And the words that I could never say

Are gonna come out anyway


Quise, no lo logré...

domingo, 17 de enero de 2010

Esa tristeza



...Ella solo se había llevado los olores del cuarto;

y veinte años después los trajo de nuevo,

los colocó en su lugar y reconstruyó el altarcillo; igual que antes.

Su sola presencia bastó para restaurar lo que la implacable laboriosidad del tiempo había destruido.

Alguien desordena estas rosas- G. García Márquez


La primera vez que tuve un encuentro con la muerte tenía 4 años. Mi tatarabuela agonizaba en su cama y tenía un olor extraño que aún no logro olvidar. Años después esperaba turno en terapia intensiva para ver a mi bisabuela inconciente, caminaba el largo pasillo hacia lo inevitable, la miraba en su cama llena de tubos con su bata blanca y sus manos de dedos larguisimos y blancos intentando buscar las palabras exactas para decirle al oído que todo iba a estar bien. Nunca le dije que la quería. No pude pronunciar palabras hasta que besé su frente limpía y fría un mes después en el ataúd. Y seguía siendo linda aún así. No perdí oportunidad y le dije a mi bisabuelo muchas veces que lo quería y le pedía que me explicara su trabajo, y le preguntaba porqué ninguno de nosotros tenía los ojos tan bonitos como él. Grises y tiernos. Dos meses después de su muerte el me salvó la vida. Tuve un accidente en el que vi a la muerte de frente, pero él se le adelantó y no permitió que rompiera el parabrisas con la cabeza. Me envolvió con su luz y luego nada. La muerte sabe a sangre, huele a sangre. No puedo imaginar el horror que debiste sentir antes de morir, debiste preocuparte por todos, debiste acordarte de mí. Aún hoy te encuentro en mis sueños y me sorprenden tus ojos color miel, la ternura con la que me mirabas y me miras no puede igualartela nadie, nunca será. Mi familia se hace pequeña. He visto la muerte muchas veces y sé que el tiempo no perdona los años. Me da miedo perder a los que quiero. Y no me da miedo morir aún hoy. Me sentiría frustrada por no hacer las cosas pendientes. Pintar. Viajar. Tener un hijo. Escribir un libro, hacer algo que nadie olvide, algo que valga la pena. Supongo que la vida me dirá hasta cuando me dará de sí. Mientras tanto esta tristeza comparada con esa tristeza no debería de hacerme sentir tan chiquita, no debería de estar sintiendo este olor a muerte y el segundero del reloj no debería recordarme la máquina que hacía respirar a mi bisabuelo hace tantos años.

sábado, 2 de enero de 2010

No sé



No sé, no recuerdo por qué no fuí a hablarte. Acaso los coches impidiéndomelo; tal vez lo imprevisto del encuentro. Pero, de acera a acera puede caerse el corazón y ser atropellado y quedar en silencio. La otra, creo, también me detuvo; quién es?, por qué te acompañaba?. La ví. Y acaso sin pensar en mí. Pero no puedo decirlo porque cuando detuve mis ojos te encontré turbado, y con aquel ambiguo movimiento tuyo que me dejó pensando en que quisiste detenerte. Pero todo fué rápido. Yo hubiera deseado también haber cruzado la calle y hablarte, sin embargo, se impuso el saludo trivial e indiferente. No supe que hacer, después de ese primer impulso te miré alejarte como yo, indeciso, turbado como yo. Continué mi camino, dolorosamente, alegre, eufórico. Estuve todo el día más amable, más interesada en lo que hacía, sonriendo a los demás, queriendo a todos. Es un sentimiento de melancolía, de dulce dolor, que me derrama sobre la vida. A veces ese maridaje con lo imposible me empuja a analizarme, y concluyo sembrando una interrogación. Guardé todo el día tu imagen, y aún ahora es definida y concisa. En ese momento, percibido fuera del tiempo, te encontré sin mutación como una propiedad de mis sueños, accesible solo por mis silencios intransferibles. No sé, no recuerdo por qué no fuí a hablarte. Tres meses, más, sin verte, y tú; propicio como antes para recoger en pedazos mi muerte lenta. Ah triste procesión de lo inefable. Óyeme, hay algo más allá de nuestros actos, atrás de nuestros gestos, en el fondo de nuestras palabras. Se llama silencio, olvido, cosas no dichas, intocables. Allí te tengo. Allí eres mío de siempre; irrevocable como un destino dado, dado como una voz y un juramento.

Por eso te encontré;

y no sé,

no recuerdo por qué no fuí a hablarte.

Jaime Sabines

viernes, 1 de enero de 2010

No te rindas



A propósito del año que inicia. A propósito del bendito 2009 que acaba. Tengo la misma convicción de las cosas que no creo y tengo nuevos deseos que desear. El mismo pasado por olvidar que me persigue y el futuro incierto que correteo cada minuto. El mismo olor en la piel que te ha cobijado y el mismo sabor en los labios que no paran de sonreir a pesar de la oscuridad que a veces me rodea. Te rodean mis palabras susurradas por otra voz, estoy sin necesidad de estar contigo. Mis pies caminan hacia ti, mañana.



la melancolía de la tarde
me ha ganado el corazón
y se nubla de dudas
son esos momentos
en que uno se pone a reflexionar
y alumbra una tormenta
todo es tan tranquillo
que el silencio anuncia el ruido
de la calma que antecede al huracán
de repente no puedo respirar
necesito un poco de libertad
que te alejes por un tiempo de mi lado
que me dejes en paz
siempre fue mi manera de ser
no me trates de comprender
no hay nada que se pueda hacer
soy un poco paranoico lo siento
al ratito ya te empiezo a extrañar
me preocupa que te pueda perder
necesito que te acerques a mí
para sentir el calor de tu cuerpo
un osito de peluche de Taiwán
una cáscara de nuez en el mar

:::::::::::::::::::::::::::::::

No te rindas, aún estás a tiempo
De alcanzar y comenzar de nuevo,
Aceptar tus sombras,
Enterrar tus miedos,
Liberar el lastre,
Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es eso,
Continuar el viaje,
Perseguir tus sueños,
Destrabar el tiempo,
Correr los escombros,
Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se esconda,
Y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma
Aún hay vida en tus sueños.

Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo
Porque lo has querido y porque te quiero
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.

Abrir las puertas,
Quitar los cerrojos,
Abandonar las murallas que te protegieron,
Vivir la vida y aceptar el reto,
Recuperar la risa,
Ensayar un canto,
Bajar la guardia y extender las manos

Desplegar las alas
E intentar de nuevo,
Celebrar la vida y retomar los cielos.

No te rindas, por favor no cedas,
Aunque el frío queme,
Aunque el miedo muerda,
Aunque el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay fuego en tu alma,
Aún hay vida en tus sueños
Porque cada día es un comienzo nuevo,
Porque esta es la hora y el mejor momento
.
Porque no estás solo, porque yo te quiero
.



Mario Benedetti