viernes, 30 de octubre de 2009

Pensamientos de Sierva María de Todos los Angeles


"En la tercera hornacina del altar mayor, del lado del Evangelio allí estaba la noticia.
La lápida saltó en pedazos al primer golpe de la piocha, y una cabellera viva de un color de cobre intenso
se derramó fuera de la cripta. El maestro de obra quiso sacarla completa con la ayuda de sus obreros, y cuanto más tiraban de ella más larga y abundante parecía, hasta que salieron las últimas hebras todavía prendidas a un cráneo de niña..."
Gabriel García Márquez, "Del Amor y Otros Demonios"





Miré el piso y vi mi cabello regado. Trozos de vida que van a la basura.


¿Porqué el cabello sigue creciendo en un cadáver?


¿Acaso es el aire congelado que lo mueve e incita a crecer?


¿Acaso son las manos invisibles de los vivos que lo jalan hacia arriba, para que salgan a platicar?


Decidí que unas manos extrañas me lo cortaran una vez más porque yo no tengo el valor de hacerlo.


No tengo un cabello perfecto y hermoso, pero si uno oloroso a dulces y suave al tacto.


No es largo, pero se desliza entre tus dedos cuando me abrazas.


Me ha cubierto la verguenza un sinnumero de veces y potenciado algún encuentro.

Nunca he tenido el valor de cortarlo por completo,


algún día lo haré con la misma determinación


que tengo para seguir amándote.


Tal vez sea el mismo día en que por fin termine

con el racimo de uvas, tragándolas de dos en dos

por las ansías de que nunca apareces...