domingo, 14 de diciembre de 2008

Luna



Con la luna más cercana que se ha visto desde hace quince años y un frío de tres grados,
pienso que en realidad ella,
es inalcanzable,
además,
a propósito,
no dejó a las nubes asomarse ni un poquito
sin embargo a las estrellas si les permitió su compañía.
Que egoísta...
Quiere toda la atención.
A pesar de ello la sigo amando.
No hay modo de quitar este frío.
Ni con la fogata,
ni con el tequila,
no hay abrazos.
Pero sigo de pie observándola.
Estoy un poco lejos de donde debería.
Realmente hay un panorama bastante bello.
Aunque el frío cale los huesos, camino y miro a mi alrededor.
Me encanta mirarla, aunque el momento sea un poco desolador.
Si le pudiera poner música al momento -pensé-
¿qué canción sería?
Tal vez "Lucha de Gigantes"
"...Deja de engañar
No quieras ocultar
Que has pasado sin tropezar
en un mundo descomunal
siento mi fraglidad..."

No.
Últimamente pienso en aquella de Manzanero,
"Nada Personal",
lo medito un poco,
y si,
la acomodo de fondo.

No podría agregarle más.
Sigo enamorada de tí,
y de la madrugada,
adoro mi insomnio
y el sueño que me rinde a medio día
lo disfuto porque me gustan más las noches de luna
que los días de sol
aunque sea una fantasía,
¿qué remedio?
no puedo ser astronauta,
pero puedo ir hacia ti en mis sueños.

Seguramente no soy la única lunática de este mundo...



Entre tu y yo no hay nada personal,
es sólo el corazón que desayuna, come y cena de tu amor
en el café de la mañana, la canción de la semana
que muchas veces me emociona y otras tantas me hace daño.

Entre tu y yo no hay nada personal,
y sin embargo duermo entre mis sábanas soñando con tu olor,
vives aquí en mis sentimientos, me ocupaste el pensamiento.
Quizas te añore más no hay nada personal.

Aunque inventes los detalles y te encuentre en cada calle
yo te juro que no hay nada personal.
Sacas a flote mis tragedias y de repente las remedias.
Me haces loco, me haces trizas, me haces mal.

Y así en los dos no hay nada personal
te llevo en cada gota de mi sangre y en el paso de mi andar.
No necesito arrinconarte ni antes de dormir besarte
y es que en nosotros ya no hay nada personal.